La posibilidad de revisar expedientes legales en formato digital, sin duda, resuelve las frustraciones asociadas con los enfoques de la infraestructura tradicional, como ocurre con la revisión manual.

Quiere decir, que, ni los operadores legales ni sus clientes deberán trasladarse físicamente a las sedes de los órganos jurisdiccionales y administrativos para conocer sobre el avance de los expedientes y archivos  de su interés que allí reposan.

Esta característica, además de facilitar el acceso a la información, termina por impactar significativamente en el costo de los procesos de litigios en general, además de agregar una medida de previsibilidad al proceso.

Como es lógico, el abanico de posibilidades que ofrece el descubrimiento legal y la digitalización documental, termina por elevar la expectativa de resultados en los litigios en curso. 

Sin embargo, esta mejora sustancial no depende únicamente de potenciar el proceso de revisión documental, puesto que los propios operadores perfeccionan sus habilidades para el litigo, mediante la  interacción dinámica con las causas y los criterios de los jurisdicentes.

Así, los operadores podrán aprovechar esa ventaja de proximidad con los asuntos en litigio, para generar y ordenar las ideas que conduzcan al mejor resultado posible.